Foto:
Sergio
Izquierdo
A Sergio Izquierdo lo encuentran en http://www.sergioizquierdo.com.
Este cuate es un fotógrafo de la naturaleza, y uno muy
labrado. Su compromiso con la ética conservacionista, en este mundo escarchado
de muerte y basura, es admirable. Izquierdo ha recibido distinciones por lo que
hace y juntado múltiples exhibiciones. También da talleres de fotografía
salvaje.
Yo diría que Sergio Izquierdo es, en su (verde) rama, una
especie de héroe. Ha hecho suya la misión de retratar la belleza de esta
basílica natural que es la tierra –tierraluz, saviatierra– tanto en su gloria
como en su muerte, ya tan manuscrita. Por su entrega excepcional, por su pasión
de géiser, por ser un soldado ambiental que se erige contra el instante en que
una gaviota batalla impotente entre los residuos del hombre, debemos
aplaudirle.
Ver sus fotos es un éxtasis y un sufrimiento: un éxtasis,
por la belleza, el profesionalismo que hay en ellas; un sufrimiento, porque
ambas, flora y fauna, esas pedrerías que nos había regalado generoso el
mediodía, se nos están muriendo, y cada imagen de Izquierdo es un recordatorio
de cómo aquí los traidores, los descuartizadores, los harapientos más que nada
somos nosotros, con nuestras existencias confitadas, neblinadas de
indiferencia. Una ballena muere llena de plástico en una costa holandesa.
Fukushima despliega un mapa oceánico de radioactividad.
Y sin embargo, allí está que la vida sobrevive, a pesar
de nosotros. Esa tortuga mínima que ustedes están viendo –parlama– fue
retratada en Los Cóbanos, El Savador. Agua, tierra, cielo y cenit concurren en
esta imagen inmaculada y anfibia.
Sentimos cómo el activista Izquierdo es un viajero y
aventurero nato –arrojo y actitud– que está en relación con todos los elementos:
se sube a las aeronaves a presenciar las tomas más excitantes, para luego
entrar a las aguas del mar a capturar instantes improbables y milagrosos (como
este) y luego se hunde en tierras legañosas a perseguir pacientemente el ojo
exultante de una bestia magnífica, todo bajo el sol quemante y
plenipotenciario.
El fuselaje de un cetáceo brincando radiante; un mono
intacto en su lirismo de primate; un reptil heredero de la noche de los
tiempos; un felino estólido y magnífico; una zebra perfectamente tatuada; una jirafa
enmarcada en azul; un ave insomne en la luz artística; un colibrí fijo en su
eternidad epiléptica; un manglar cristálico; aquella serpiente que es un mínimo
río de escamas en la calmosa selva maya... Todo eso –el gran mandala vivo y
exuberante– nos va rindiendo Izquierdo.
A Sergio Izquierdo lo encuentran en http://www.facebook.com/sergioizquierdophoto.
(Fotosíntesis publicada el 13 de diciembre de 2013.)
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